El Gobierno nacional liberó los precios de las tarifas de la telefonía móvil, los servicios de Internet y la televisión paga por cable. A través de la
resolución 13/2024 publicada en el Boletín Oficial este jueves, el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) derogó una serie de normativas que determinaban que las tarifas debían ser "justas y razonables, cubrir los costos de la explotación y tender a la prestación eficiente y a un margen razonable de operación".
De esta manera, las empresas podrán fijar el precio que consideren.
El límite de los aumentos era de entre el 5% y 10% mensual y ahora dejará de regir, con lo cual las empresas tienen luz verde para fijar los precios que consideren más convenientes. La normativa entrará en vigencia el día de su publicación, por lo que afectará las tarifas a partir de julio.
Medidas de ajuste en la conectividad de los hogares
La liberación de las tarifas de las comunicaciones se conoció luego de la difusión de un nuevo indicador con un número demoledor en una variable clave de la vida moderna: la conexión a Internet y la TV paga, incluyendo los servicios de transmisión audiovisual en línea ("streaming").
Según un estudio privado, el 67,5% de los hogares argentinos adoptó alguna medida para reducir el costo de su servicio de Internet fijo y un 65,3% también buscará reducir el costo de su servicio de televisión con abono. Es decir, casi siete de cada 10 hogares ajustaron sus egresos destinados a la conectividad.
El dato fue difundido por la Cámara Argentina de Internet (Cabase, un acrónimo de su anterior denominación) en la última edición del Cabase Internet Index, un estudio sobre estado de la conectividad e infraestructura de Internet en el país, que la entidad compartió con iProfesional.
El estudio analiza las distintas medidas paliativas tomadas por los usuarios para contrarrestar el impacto de la crisis económica en los servicios de conectividad y contenidos contratados en el hogar. Los pedidos de baja definitiva de los servicios se mantuvieron en valores muy bajos, del 1,2% en el caso de la telefonía fija, del 1,9% en Internet fijo y del 3% en telefonía móvil y TV paga.
En el extremo opuesto, la opción de la baja ha sido más significativa en los servicios de transmisión en línea contratados en el hogar, llegando a un 10% de los usuarios que indicó haber solicitado la baja de su suscripción.
Entre las medidas paliativas tomadas sobre el servicio de Internet fijo, el 44% de los usuarios solicitaron la baja pero obtuvieron un descuento, mientras que el 10,1% cambió a un proveedor con mejor precio y el restante 45,9% no resolvió la medida a tomar.
En el caso de los servicios de streaming, que por su formato comercial no permite margen de negociación de precios, es el servicio con menor incidencia de las medidas paliativas (41,9%). Si bien el 89,7% de los usuarios no resolvió la medida a tomar, el 10,3% indicó que había optado por cambiar a un servicio de menor costo.
En el caso de la telefonía móvil, el 52,2% de los usuarios solicitaron la baja pero obtuvieron un descuento y el 17,8% se cambió de compañía por un menor costo. Una situación similar se dio con la telefonía fija, donde el 49% de los usuarios que tomaron una medida paliativa solicitaron la baja y en contraprestación obtuvieron un descuento especial y solo el 2,5% indicó haber optado por un cambio de proveedor con mejor precio. El 47,5% de los usuarios de TV paga solicitaron la baja y obtuvieron un descuento y un 8,4% cambiaron de proveedor para obtener un mejor costo.
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